La enfermedad por descompresión es atendida con cámara hiperbárica
- julio 16, 2019

El síndrome de descompresión, también conocido como la enfermedad de Caisson y/o la enfermedad del buzo, es un trastorno que se produce al disminuir bruscamente la presión de la atmósfera, haciendo que se formen burbujas de gas inerte (nitrógeno y helio) en la sangre y en los tejidos.
Siendo un accidente particular de los buceadores que, al haber estado sometidos a un ambiente de alta presión, ascienden de manera drástica a la superficie, en donde se disminuye de golpe la presión ambiental. También puede afectar a aviadores, astronautas, y a trabajadores de ambientes con presión elevada.
¿Cuales son los síntomas?
Se pueden producir diferentes síntomas, existiendo 2 tipos según la gravedad:
Tipo 1 (menos grave): Produce dolor en las articulaciones, la espalda, los músculos y lesiones cutáneas por la presencia de microburbujas de gas en los tejidos. En general, no amenaza la vida.
Tipo 2 (Grave): Los gases llegan a afectar diferentes órganos, sufriendo síntomas característicos en cada sistema y aparato del cuerpo humano.
- Sistema nervioso: Convulsiones, pérdida de la sensibilidad, parálisis, vértigo y cefalea.
- Sistema cardiovascular: Las burbujas producidas por los gases pueden llegar a taponar las arterias, impidiendo la llegada de la sangre a los tejidos; pudiendo llegar al choque y a la muerte. Además, la coagulación de la sangre se puede ver afectada.
- Aparato respiratorio: Dificultad al respirar, dolor torácico, tos y cianosis.
¿La oxigenoterapia hiperbárica ayuda a la recuperación de las personas que han sufrido la enfermedad del buzo?
La terapia de recompresión, se lleva a cabo dentro de una cámara de alta presión, en donde se logra compensar y restaurar la circulación sanguínea a niveles normales, y el nivel de oxígeno en los tejidos afectados. En la terapia de oxígeno hiperbárico, la presión se reduce gradualmente con pautas preestablecidas para dar tiempo a que el exceso de gases abandone el organismo sin causar ningún daño.
Es recomendable que todas las personas que han padecido los síntomas, aún siendo estos más leves y menos graves, se sometan a este tratamiento, ya que los síntomas pueden reaparecer o empeorar al cabo de 24 horas.
Esta terapia muestra sus beneficios hasta 48 horas después de haber practicado submarinismo y haber sufrido el síndrome de descompresión, así que debe ser aplicada cuanto antes. Durante el tiempo de espera, y antes de llegar a la cámara más cercana, es recomendable ir administrando oxígeno al individuo con una mascarilla facial, y proporcionarle líquidos por vía oral o intravenosa. Ya que los retrasos prolongados, aumentan el riesgo de lesiones graves.